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miércoles, 16 de febrero de 2011

Donde esta mi teta!!??

Hablemos ahora del destete.
Existen dos tipos, el natural y el forzoso. El destete natural es cuando el niño deja el pecho cuando quiere. Todos los niños se destetan tarde o temprano. Pero se que este no es el tema que mas preocupa a las madres. Las madres que les preocupa el destete es porque quieren hacer un destete forzoso.

El destete forzoso puede ocurrir por varios motivos. El motivo principal es el trabajo aunque si se desea continuar con la lactancia materna, se puede hacer. Si el bebe tiene mas de 6 meses se le puede ofrecer en esas horas en que mamá esta trabajando un poco de arroz hervido, patata cocida con un poco de pollo... También se le puede ofrecer alguna fruta. Por normal general, muchos niños prefieren dormir y no comer en esas horas. Cuando mamá llega recuperan el tiempo perdido mamando como locos. La madre tendrá que procurar sacarse la leche en el trabajo cada 3 o 4 horas y si la almacena y la mantiene en frío, la papilla se le puede hacer al bebe al día siguiente con esa leche.
Si el bebe tiene entre 4 y 6 meses, se le puede hacer una papilla de arroz. Siempre es mejor adelantar un par de meses la toma de papillas que darles leche de vaca. No olvidemos que la leche de formula es leche de vaca.

Si aun así, se opta por destetar:
El destete ha de ser progresivo. El destete brusco es duro para el niño, para la madre y para toda la familia ( que tiene que oír los llantos del niño).  El pecho no solo es comida, es contacto, consuelo, cariño...
La primera regla seria NO OFRECER al niño el pecho, pero NO NEGAR cuando sea el quien lo pida.  Muchas madres descubren al intentar destetar que el pecho es la forma mas cómoda de satisfacer las necesidades de su hijo. Un niño no va a renunciar a "su teta" sin obtener nada a cambio. Así que ahora tendrás que hacerle mas cosquillas, leerle mas cuentos, jugar mas con el... Si la idea era descansar al destetar, hay que desechar esa idea. Todas esas cosas hay que dárselas antes de que pida pecho. Hay que prestarle atención aunque este entretenido y sin molestar. Porque cuando se aburra y pida atención, no pedirá que jueguen con el, o que le lean un cuento, sabéis lo que pedirá no??  SU TETA
Por cierto, un niño destetado antes del año, debe de tomar leche adaptada. Después del año ya puede tomar leche entera de vaca. La leche materna tiene mas grasa que la leche desnatada o semi, así que es absurdo no darle leche que no sea entera.
Hay también que anticiparse al hambre, y substituir las tomas por otros alimentos.

Vicky!! Tu no te leas esto. Ni se te ocurra!! Abril tiene que seguir teteando.. Jajaja

jueves, 10 de febrero de 2011

Lactancia en Mongolia

Espero que lo disfruteis, a mi me ha encantado.

Texto de Ruth Kamnitzer traducido por Ana Isabel Chinchilla.

Hay en Mongolia un dicho muy utilizado que afirma que los mejores boxeadores toman leche materna durante al menos seis años, afirmación muy seria para un país en el que el boxeo es el deporte nacional. Me trasladé a Mongolia cuando mi primer hijo tenía cuatro meses y viví allí hasta que cumplió tres años.
Criar a mi hijo en aquellos primeros años en un lugar donde la actitud hacia la lactancia materna es tan radicalmente diferente de las costumbres que prevalecen en Norteamérica me abrió los ojos a una visión completamente diferente de cómo podría ser todo. Los mongoles no solamente prolongan la lactancia materna, sino que además lo hacen con más entusiasmo y menos inhibiciones que casi nadie de los que había conocido hasta entonces. En Mongolia, la leche materna no es sólo para bebés; no se trata sólo de nutrición y definitivamente no es un tema sobre el que se imponga la discreción. Es la madera de la que estaba hecho Genghis Khan.
Al igual que muchas madres primerizas, no había pensado demasiado sobre la lactancia antes de tener a mi bebé, pero minutos después de que mi hijo Calum saliera, se agarró a la teta y durante los siguientes cuatro años no parecía nada dispuesto a soltarse. Tuve suerte, porque en muchos aspectos la lactancia nos resultó sencilla: ninguna grieta en el pezón, rara vez un pecho ingurgitado. Mentalmente las cosas no eran tan sencillas: a pesar de lo mucho que amaba a mi bebé y disfrutaba del vínculo que nos ofrecía la lactancia, en ocasiones resultaba insoportable. No estaba preparada para la magnitud de mi amor por él ni para la intensidad de su necesidad de mí en exclusiva y de mi leche. “No le permitas que te convierta en un chupete humano”, me advirtió una enfermera canadiense pocos días después del nacimiento de Calum, que mamaba a todas horas, pero yo repasaba todos los posibles motivos de su llanto (¿gases?, ¿pañal? ¿infraestimulación? ¿sobreeestimulación?) y por lo general acababa dándole teta de nuevo. Me preguntaba si hacía bien.
Entonces me trasladé de Canadá a Mongolia, donde mi marido llevaba a cabo unos estudios sobre vida salvaje. Allí los bebés están siempre envueltos en varias capas de gruesas mantas, atados con cuerda como un paquete que no quieres que se rompa en el correo. Cuando un paquete murmura, se le pone un pezón en la boca. No se les cambia muy a menudo y nunca se les hace eructar. No hay ni siquiera una manos en las que poner un sonajero. Por supuesto, no hay ratitos boca abajo. Los niños permanecen envueltos hasta al menos los tres meses, y cada vez que emiten un sonido, se les da de mamar.
Esto resultaba interesante. A los tres meses, los bebés canadienses ya tienen actividades sociales, incluso natación. Algunos aprenden a “calmarse solos”. Yo daba por sentado que había muchos motivos por los que un bebé podía llorar y que era mi trabajo averiguar la razón y darle la solución adecuada. Pero en Mongolia, aunque los bebés puedan llorar por muchos motivos, sólo hay una solución: leche materna. Dejé de darle vueltas e hice lo mismo.
En Canadá la lactancia materna aún está rodeada de cierto misticismo, pero en realidad no estamos demasiado acostumbrados a ella. La lactancia se realiza en casa, en grupos de lactancia, quizá en alguna cafetería: rara vez se ve en público y desde luego nosotros mismos no tenemos recuerdos conscientes de haber sido alimentados con pecho. A esta íntima actividad entre madre e hijo se la trata con secretismo y educadas miradas hacia otro lado, y se considera casi igual que las demostraciones públicas de intimidad en una pareja: no es tabú, pero sí que causan ligera incomodidad y son educadamente ignoradas. Cuando el silencioso y angelical recién nacido se convierte en un niño activo resuelto a comunicar a todo el mundo lo que está haciendo a cada momento, bueno, entonces esos ojos se apartan con mayor rapidez e intensidad, a veces con el ceño fruncido.
En Mongolia, dar el pecho en público, en lugar de relegarme a la sección de “sólo mamás”, me puso decididamente en el centro de atención. Su práctica universal de dar pecho en cualquier momento y lugar, así como la cercanía en la que la mayoría de los mongoles vive, implica que todos están acostumbrados a ver un pecho en acción. Les alegraba ver que hacía las cosas a su manera (que por supuesto era la manera correcta).
Cuando daba pecho en el parque, las abuelas me brindaban sus historias sobre cómo habían alimentado a sus doce hijos. Cuando daba pecho en el asiento trasero de los taxis, los conductores levantaban sus pulgares por el retrovisor y me aseguraban que Calum se convertiría en un gran boxeador. Cuando paseaba por el mercado acunando a mi hijo en mis brazos mientras mamaba, los comerciantes me hacían un sitio en su puestos y le decían al niño que se lo bebiera todo. En lugar de mirar a otro lado, la gente se inclinaba sobre Calum y le besaba la mejilla. Si se soltaba de la teta en respuesta a la atención recibida, dejando mi pecho chorreando y completamente expuesto, no pasaba nada. Nadie se quedaba mirando, nadie apartaba la vista: simplemente se reían y se limpiaban la leche de la nariz.
Desde que Calum tenía cuatro meses hasta los tres años, allá donde fuera, oía una y otra vez lo mismo: “La teta es lo mejor para tu bebé, lo mejor para ti” La aprobación constante me hacía sentir que hacía algo importante que interesaba a todos; exactamente la clase de aprobación pública que *toda* madre reciente necesita.
Para cuando Calum cumplió los dos años, yo ya había descubierto lo útil que podía ser la lactancia materna. Nada hace que un niño se duerma más rápido, alivia el aburrimiento de un largo viaje en coche, o calma una tormenta que se cierne, tan rápidamente como una poca leche calentita de mamá. Es la ayuda más útil para la madre perezosa, y yo creía que le daba todos los usos, pero los mongoles lo llevaban más lejos.
Durante los inviernos mongoles, pasaba muchas tardes en en el yurt de mi amiga Tsetsgee, huyendo del frío glacial de fuera. Fue instructivo comparar nuestras técnicas de crianza. Cuando estallaba una pelea por los juguetes entre nuestros hijos de dos años, mi primera reacción era restablecer la paz distrayendo a Calum con otro juguete al tiempo que le explicaba los principios de compartir las cosas, pero esto llevaba tiempo y una media de éxito de tan sólo un cincuenta por ciento, En el restante cincuenta por ciento de veces, cuando Calum no quería dar su brazo a torcer y su frustración aumentaba hasta el punto de ebullición, lo cogía y le acunaba en brazos para amamantarle.
Tsetsgee tenía una táctica diferente. Al primer murmullo de discordia, se levantaba la camisa y empezaba a menear sus pechos con entusiasmo, diciendo: “¡Ven aquí, cariño, mira lo que tiene mami para ti!” Su hijo apartaba la vista de los juguetes para mirar las dianas de sus pechos y siempre se iba hacia ellos. ¿Media de éxito? Cien por cien.
Para no ser menos, adopté la misma estrategia. Allí estábamos, dos madres agitando los pechos como strippers compitiendo por atraer a un cliente. Si los abuelos estaban por allí, se unían a la representación. Los pobres críos no sabían a dónde mirar: la tranquilizadora plenitud de los pechos de sus madres, los mustios pechos planos de la abuela con su larga experiencia, o el extraño montón de carne que el abuelo se agarraba en su envidia de pechos. Por mucho que lo intente, no puedo imaginarme una escena similar en una reunión de la Liga de la Leche.
En mis clases prenatales en un pequeño pueblo de Canadá, donde nació Calum, nos mostraron la lactancia materna con un vídeo de una madre sueca de aspecto especialmente atlético, que daba pecho a su niño pequeño mientras esquiaba. La clase se estremeció: “Claro que es genial para los bebés, pero cuando ya empiezan a hablar y a andar…?” Todas parecían de acuerdo. Yo me callé.
Me tocó a mí sorprenderme cuando una de mis amigas mongoles me dijo que había tomado leche materna hasta los nueve años de edad. Me quedé tan boquiabierta y estupefacta que al principio me lo tomé a broma. Viendo ahora que mi hijo se destetó justo después de cumplir los cuatro años, me avergüenza un poco mi inflexible incredulidad. Aunque nueve años sea bastante edad para tomar el pecho, incluso para los mongoles, no está fuera del rango.
Aunque no siempre era fácil hablar sobre conceptos como “destete voluntario” con mongoles debido a la barrera idiomática, dar pecho “a largo plazo” parecía ser la norma. Nunca conocí a nadie que diera pecho a dos niños, lo cual me sorprendió, aunque debido a que los intervalos entre hijos son bastante largos, la mayoría de los niños dejaban de mamar entre los dos y los cuatro años.
Según UNICEF, en 2005 el 82 por ciento de los niños de Mongolia seguían con lactancia materna entre los 12 y los 15 meses y el 65 por ciento seguían entre los 20 y los 23 meses1. El último hijo parece que simplemente continúa, de ahí la niña de nueve años que tomaba pecho, y si la sabiduría popular no se equivoca, de ahí la fama de Mongolia en el boxeo.
Cuando a los tres años Calum seguía tomando pecho con el entusiasmo de un recién nacido y yo me preguntaba cómo surgiría el destete, sentí curiosidad sobre qué animaba a los niños mongoles a destetarse solos. Algunas madres me dijeron que su hijo simplemente perdió el interés. Otras dijeron que la presión de grupo tuvo que ver, (he oído a adolescentes mongoles burlarse de otros diciendo “¡Quieres los pechos de tu mami!” del mismo modo que se dice “¡Corre con tu mamá!”). Cada vez más a menudo, las obligaciones del trabajo obligan a destetar antes de lo habitual: los niños a menudo pasan el verano en el campo mientras que la madre se queda en la ciudad trabajando, y durante esta larga separación a la madre se le retira la leche.
Mi amiga Buana, de veinte años, me contó su lactancia, digna de medalla de oro: “Me crié en un yurt lejos, en el campo. Mi madre siempre me decía que me la bebiera toda, que era buena para mí. Yo creía que todas los niños de nueve años lo hacían. Cuando fui al colegio, lo dejé.” Me miró con un brillo travieso en los ojos “ Pero aún me gusta beberla a veces”.
Destetarse me parecía un suceso bastante definido. Siempre esperé que, en algún momento, las tomas se reducirían y seguirían reduciéndose hasta que cesaran por completo. Se me retiraría la leche y ya está. Bar cerrado.
En Mongolia no sucede así. Hablando de lactancia con mi amiga Naraa, le pregunté cuándo su hija, entonces de seis años, se había destetado. “A los cuatro años” me contestó, “a mí me entristeció pero ella no quería tomar teta más”. Entonces Naraa me dijo que la semana anterior, cuando su hija había vuelto de una larga estancia en el campo con sus abuelos, quiso tomar teta. Naraa la complació “Me imagino que me había echado mucho de menos” explicó, “y fue bonito. Por supuesto, yo no tenía leche, pero no le importó”.
Pero si “destetar” significa no volver a beber leche materna, entonces los mongoles nunca se destetan del todo, y esto es lo que más me sorprendió de la lactancia en Mongolia. Si los pechos de una mujer están ingurgitados y su bebé no está cerca, irá sencillamente preguntando a sus familiares, de cualquier edad o sexo, si quieren beber. A menudo las mujeres se extraen una taza de leche para sus marido para darles un capricho, o dejan una poca en el frigorífico para que cualquiera pueda servirse.
Aunque todas hemos probado nuestra propia leche, le hemos dado a nuestras parejas para que la prueben, quizá hemos echado una poca al café en una emergencia ¿no?, no creo que que muchos de nosotras la hayamos bebido a menudo. Sin embargo a todo mongol al que he preguntado me ha dicho que le gusta le leche materna. El valor de la leche materna está tan reconocido, tan firmemente arraigado en su cultura, que no se considera como algo sólo para bebés. La leche materna se usa comúnmente de forma medicinal, se les da a los mayores como una cura para todo, se usa para tratar infecciones oculares así como (dicen) hacer más blanco el blanco de los ojos y más intenso el marrón del iris.
Pero sobre todo, creo que los mongoles beben leche materna porque les gusta el sabor. Una amiga mía occidental que se extraía leche en el trabajo y dejaba la botella en el frigorífico de la oficina se encontró un día la botella medio vacía. Ella se rió: “¡Sólo sospecharía de que mis compañeros se beban mi leche en Mongolia!”
Vivir en otra cultura siempre te obliga a re-evaluar la tuya. No sé cómo hubiera sido dar pecho a mi hijo en sus primeros años en Canadá. La avalancha de observaciones positivas que recibí en Mongolia, así como la aceptación sincera de dar el pecho en público simplemente me asombró, y me dio la libertad de criar a mi hijo de una manera que me parecía natural. Además de las pequeñas diferencias en nuestras costumbres de lactancia, los detalles de cuánto y cuándo, concluí que había una diferencia más grande en nuestros métodos de crianza.
En Norteamérica valoramos tanto la independencia que aparece en todo lo que hacemos. Sólo se habla de qué come tu bebé ahora, y a cuántas tomas has reducido. Incluso aunque no seas la que hace estas preguntas, es difícil escapar de su impacto. Además se venden tantas cosas para que tu hijo se entretenga solo y te necesite menos que el mensaje es claro. Sin embargo en Mongolia, la lactancia no se identifica con dependencia, y el destete no es una meta. Saben que sus hijos crecerán; de hecho, un niño mongol normal de cinco años es mucho más independiente que uno occidental. No hay prisa por destetar.
Probablemente lo más valioso de criar a mi hijo en Mongolia fue que me di cuenta de que hay un millón de maneras de hacer las cosas, y que yo podía elegir cualquiera de ellas. Durante la lactancia de mi hijo tuve varias dificultades, y tomé y deseché ideas y prácticas en mi intento de forjar mi propio estilo. Me alegro de haber amamantado a Calum tanto tiempo: fueron cuatro años al final. Creo que la lactancia fue lo mejor para mi hijo, y que tendrá una influencia duradera en su personalidad y en nuestra relación.
Y cuando gane la medalla de oro de boxeo en la Olimpiadas, espero que me lo agradezca.



Despues de leer esta experiencia me doy cuenta de que estamos demasiado industrializados. Y de que muchos tienen o tenemos la mente sucia (Los Serrano me marcaron, jajaja)
¿Que opinais?

miércoles, 9 de febrero de 2011

Te esta usando de chupete!!

Cuantas veces no hemos oído esta frase? Te esta usando de chupete!! Este niñ@ no tiene hambre!
Vayamos por partes.. Que fue primero el huevo o la gallina?

Los primeros chupetes que se pueden ver en obras de arte clásicas, fueron telas rellenas con diversos materiales, como el azúcar, que le daban la forma de una pelota. A mediados de 1800, en Inglaterra, las madres ofrecían a sus bebes unos aros de goma. Estaban asociados a clases mas humildes porque se les consideraba antihigienicos. El chupete mas parecido a los que se usan hoy se patento en los Estados Unidos en Septiembre de 1900.
Así que queda claro que el chupete se ha inventado después de los pezones no? Por lo tanto no somos el chupete de nuestros hijos. Es justamente al revés, el chupete es una teta de goma para los que no tienen la de verdad. Los niños necesitan el pecho para dormir, para tranquilizarse, y para muchas cosas mas. Si no lo necesitasen no se habría inventado el chupete.
Por cierto, ya que hablamos de chupetes. Es mejor no ponerlos antes de que el bebe tenga un mes, por eso de que algunos se confunden con la manera de succionar y se puede ver afectada la producción de leche, pueden aparecer grietas, etc.
Y una ultima cosa curiosa,,, buscando la historia del chupete, resulta que ya han inventado unos chupetes para perros. Si, la foto, lo se.. pero es que no he podido resistirme jejeje.

viernes, 4 de febrero de 2011

Anestesia general y Lactancia

     A menudo las mamas que alimentan a sus bebes con lactancia materna, piensan en abandonar la lactancia si se ven obligadas a pasar por quirófano y deben administrarles anestesia general. Otras en cambio, evitan lactar durante unas horas, incluso durante unos días.
     En caso de recibir anestesia durante el parto, posiblemente sera anestesia epidural, y se puede poner al bebe en el pecho nada mas nacer, sin esperar a que pasen los efectos.
     En la anestesia general, la cantidad de fármaco que llega a la leche es insuficiente para producir efectos en el bebe. En el recién nacido, una pequeña alteración neuromotriz puede afectar el establecimiento de la lactancia, pero en un bebe ya mayorcito, con la lactancia establecida esto no tiene importancia.
    Los farmacos se difunden del plasma a la leche, y de nuevo de la leche al plasma. Cuando la madre despierta es porque el nivel de anestesia en la sangre, y por lo tanto también en la leche, es bajo.
    Borgatta en 1997 midió la concentración de metohexital, meperidina, diazepam y nordiazepam en la sangre y la leche de 9 madres lactantes que se sometieron a una operación de ligadura de trompas. El diazepam, usado en la preanestesia y su metabolito nordizepam, no fueron detectados en ninguna muestra de sangre y leche. El metohexital y la meperidina, aparecen en la sangre y en la leche 1 hora después de la intervención, pero la concentración disminuía en las muestras siguientes y era indetectable a las 24h. La dosis máxima de un lactante que mama 100ml de leche una hora después de la intervención es de 0,04mg de metohexital y 0,06mg de meperidina. Los autores del estudio concluyen que no es necesario interrumpir la lactancia y que se puede dar el pecho tan pronto como se despierte la madre de la anestesia.
    Esto no ocurre con el eter o la ketamina que tendremos que esperar 12 horas para poder amamantar. Así que tendremos que hacer reservas de leche unos días antes para poder alimentar al bebe esas 12 horas y extraer la leche cada 3 horas aproximadamente y desecharla hasta que el bebe pueda volver a mamar.

jueves, 27 de enero de 2011

Prematuros


Las madres que tienen un parto prematuro, producen una leche distinta a las que tienen el parto a termino. Esta leche se produce durante un mes aproximadamente. Tiene mayor contenido en grasas, proteínas, calorías y cloruro sódico. También la concentración de vitaminas liposolubles son mas elevadas. La leche esta adaptada a las necesidades del bebe.

Es importante empezar a sacarse leche a la mayor brevedad del parto, en las primeras horas. Y no, no saldrá leche como para rellenar un biberón, ya que saldrá el calostro y hasta el tercer o cuarto día no empezara a fluir la leche. Es mejor sacarse leche varias veces al día y poco tiempo (10 minutos cada pecho es suficiente) que pocas veces y mucho rato.

En muchos Hospitales no dejan al bebe prematuro ponerse al pecho de su madre hasta que no toma el primer biberón de formula. Los motivos pueden ser varios, "no sabemos si tiene el estomago preparado para digerir", digerir el que?? si me lo pongo al pecho solo saldrán unas gotas, hasta el tercer día no saldrá leche. Y en caso de que no tenga su estomago preparado para digerir, mejor que nos demos cuenta con unas gotas que no por meterle a la criatura un biberón entre pecho y espalda... Otro motivo es que están débiles y les cansa demasiado. Tomar el pecho es mucho mas fácil que tomar el biberón, en los prematuros la frecuencia cardiaca y respiratoria y el nivel de oxigeno en sangre son mas normales cuando toman pecho. Es importante que ese bebe gane peso, tenemos que ser conscientes que le van a dar leche artificial, pero los primeros momentos del bebe con su madre deberían ser respetados.

En muchos Hospitales ya se practica el método canguro. Consiste en sacar al bebe de la incubadora y ponerlo en el pecho de su madre o de su padre piel con piel. Se ha llegado a hacer con prematuros de 26 semanas de gestacion y menos de 600gr de peso. Este método tiene ventajas para el bebe, ya que mantiene mejor la temperatura, respiran mejor y su desarrollo psicomotor es mejor. También tiene ventajas para la madre, ya que se siente mucho mas confiada,y le sale mas leche.

En Alemania, Sontheimer y colaboradores han transportado a los prematuros en contacto piel con piel, sin incubadora, hasta 400km de distancia con excelentes resultados. Una ventaja nada desdeñable de este modo de transporte es que la madre se traslada con su hijo; demasiadas veces la madre se tiene que quedar en un Hospital comarcal, mientras que su hijo es trasladado a un centro de alta tecnología. (Fuente: Un regalo para toda la vida)

Si deseamos dar lactancia materna a un bebe prematuro, es importante no darle la alimentacion con biberon, ya que interrumpen la lactancia haciendo que el bebe no succione eficazmente. Hay otros metodos para darle la leche, pero ya hablare de ellos mas adelante. Chupetes, es muchisimo mejor que no hasta que la lactancia no se desarrolle completa y facilmente (mejor esperar un par de semanas hasta que el bebe llegue a casa) El problema de introducir tetinas al bebe cuando queremos darle el pecho es que se confunden facilmente en la manera de succionar, y esto pasa en prematuros y en niños a termino.

martes, 25 de enero de 2011

Reflujo Gastroesofagico


El reflujo es normal en los bebes, se presenta en un 70% de ellos (según la AEP "Asociación Española de Pediatría"). El reflujo gastroesofagico consiste en que el contenido del estomago refluye hacia el esófago. Mientras el bebe este contento y no les duele nada, no tiene mayor importancia. Solo en algunos casos, el reflujo se considera enfermedad porque produce esofagitis (inflamacion del esofago). Los alimentos espesados y las leches antiregurgitacion son ineficaces.

Los niños que son alimentados con lactancia materna, toleran mejor los efectos del reflujo. Los movimientos de la lengua al succionar impulsan el alimento por el tubo digestivo hasta el estomago y de ahí al intestino. Además, la leche materna se digiere mas rápido que la de formula. En lo referente al dolor, la leche materna contiene un efecto "antiacido".

Los reflujos desaparecerán cuando el bebe madure. El cardias es el músculo que separa el estomago del esofago, si esta inmaduro, es incapaz de retener todo el alimento en el estomago. Es solo cuestión de tiempo.
Mientras tanto unos consejos para cuidar a un bebe con reflujo:
- Dar el pecho con el bebe semisentado y hacer que expulse aire después de cada toma.
- No tumbar al bebe en posición horizontal después de ser alimentado. Puede ser útil el uso del fular o la bandolera.
- Es ideal que las tomas sean frecuentes y en pequeñas cantidades, otro motivo mas para lactancia materna ;)

martes, 18 de enero de 2011

Conservar la leche materna


La leche materna se puede guardar en cualquier recipiente que sirva para uso alimentario.
En la nevera se conserva hasta 5 días, aunque lo habitual es utilizar la leche extraída al día siguiente de la extracción. Si la dejáramos durante 4 o 5 días, lo único que pasaría es que las inmonoglobinas empezarían a destruir los microbios de la leche, por lo tanto tendría cada vez menos microbios.
Si se opta por congelar la leche, se puede congelar en cualquier recipiente apto para uso alimentario y que a la vez sirva para congelar alimentos. Pueden ser de utilidad las bolsas de hacer cubitos de hielo, bastante mas económicas que las bolsas para congelar leche materna y podemos descongelar siempre la cantidad necesaria. La leche materna se conserva en el congelador el mismo tiempo que nos dura un filete de carne, asi que depende de cada congelador...
Hay bebes, que al tomar leche previamente congelada no les gusta el sabor, incluso notaremos que la leche tiene olor a rancio y caeremos en el error de que la leche esta en mal estado. Eso ocurre porque la lipasa presente en la leche empieza a digerir la grasa que contiene la leche. Podemos solucionarlo escaldando la leche a unos 80 grados, sin dejar que llegue a hervir para que no pierda todas las propiedades de la leche materna. La lipasa es una encina presente en la leche para facilitar al bebe la digestión.