viernes, 5 de agosto de 2011

Lactancia Artificial

Estamos en la Semana Mundial de la Lactancia Materna y no dejo de leer artículos por Internet que relatan los beneficios que esto conlleva tanto para la madre como para el bebé. Y la verdad, me sorprende. Me sorprende que haya que argumentar la opción de dar el pecho cuando es lo natural, cuando estamos diseñadas para eso. Es como si nos explicaran lo sano que es caminar y no ir en una silla de ruedas. La naturaleza nos ha diseñado para andar, y para las personar que tienen limitaciones están las sillas de ruedas. Del mismo modo la naturaleza nos ha diseñado para amamantar, y las personas que no pueden (muy pocas) pueden recurrir a la leche de formula o leche artificial.

Así que no voy a decir nada sobre los beneficios de dar el pecho, solo tenéis que daros una vuelta por el google y encontrareis cientos de artículos. Hoy voy a hablar de los riesgos de la lactancia artificial.
 La información de los efectos secundarios de la lactancia artificial se debería ofrecer igual que se explican los efectos adversos de una medicación y la recomendación de la introducción de la alimentación complementaria a partir de los 4 meses, de forma rutinaria, se debería considerar una mala praxis medica. 

La leche de fórmula es leche de otro mamífero modificada. Cada mamífero fabrica leche con características y necesidades específicas de su cachorro. Si los bebés humanos tomaran directamente leche de otro animal podrían morir, como ocurría en siglos pasados ante la ausencia de nodrizas. Se utiliza habitualmente leche de vaca, pero ya hace siglos se hablaba de la leche de burra como la que más se asemejaba a la materna, por su mejor sabor.
A estas leches se les quita y se les pone lo necesario para no sobrecargar los delicados cuerpos infantiles. Se enriquecen con vitaminas, minerales y otras sustancias esenciales para que los bebés reciban la alimentación más parecida a la humana, pero es casi imposible igualarla. La leche humana materna es única, como la de vaca es única para el ternero. Ternero y humano no crecen a la misma velocidad, ni necesitan lo mismo.


A continuación hago un copiar-pegar de un articulo del comité de lactancia materna de la Asociación Española de Pediatría.

Los riesgos a los que se somete el lactante que no es amamantado o que abandona la lactancia antes de lo recomendado son múltiples. Entre ellos un mayor riesgo de mortalidad postneonatal durante el primer año de vida, y un mayor riesgo de muerte súbita del lactante. Además el lactante no amamantado presenta más riesgo de sufrir procesos infecciosos sobre todo gastrointestinales, respiratorios y urinarios, y éstos de ser más graves, aumentando el riesgo de hospitalización hasta 10 veces, según los estudios. Más a largo plazo, el haber sido alimentado con sucedáneos de leche materna (leches de fórmula para bebés) aumenta el riesgo de padecer dermatitis atópica, alergia y asma en niños con antecedentes familiares de alergia, disminuye la eficacia de las vacunas, y aumenta el riesgo de padecer enfermedad celíaca, enfermedad inflamatoria intestinal, diabetes mellitus, esclerosis múltiple y cáncer en la edad adulta. Las niñas no amamantadas tienen más riesgo de presentar cáncer de mama en la edad adulta. Varios de los riesgos de la no alimentación al pecho son dosis-dependientes como el riesgo de cáncer de mama, obesidad, enfermedades respiratorias y algunos cánceres. Es decir, cuanto más tiempo se mantiene la alimentación al pecho más disminuye el riesgo.
Los lactantes no amamantados presentan unas puntuaciones peores en los tests cognitivos y menor cociente intelectual y peor agudeza visual, años después de terminar la lactancia. Y se ha relacionado una menor duración de la lactancia materna con la aparición de problemas mentales en los adolescentes. Los niños, jóvenes y adultos no amamantados son menos estables psicológicamente y tienen una mayor incidencia de algunos problemas de salud mental como déficit de atención e hiperactividad, ansiedad y depresión. Esto y la disminución del riesgo de maltrato infantil se asocian al hecho de la alimentación al pecho y no sólo a la diferente composición de la lactancia materna, ya que se relacionan fundamentalmente con el contacto y la interacción que tiene el bebé con su madre durante el acto de amamantar. Por ello algunos de estos efectos beneficiosos no se presentan en los lactantes que sólo reciben leche de su madre en biberón.
Los perjuicios de no amamantar también afectan a la mujer que no amamanta, que presenta mayor riesgo de hemorragia postparto, mayor riesgo de fractura espinal y de cadera postmenopáusica, cáncer de ovario, cáncer de útero y artritis reumatoide8. Así como aumento de riesgo de enfermedad cardiovascular, hipertensión, ansiedad y depresión.
La sociedad también sufre los perjuicios del no amamantamiento ya que la lactancia artificial supone un aumento de gasto sanitario por la mayor morbilidad asociada (3.6 billones de dólares anuales en EEUU). También, se ha demostrado un aumento de absentismo laboral entre las madres y los padres de lactantes no amamantados, en comparación con los de lactantes amamantados al pecho, no sólo debido a la menor incidencia de enfermedades infantiles sino a la menor incidencia de problemas psicológicos en los progenitores de estos últimos.


Bueno, saludos y feliz semana de la Lactancia!


No hay comentarios:

Publicar un comentario